En la piscina,
hay salvavidas,
mallas, y nadadores.
Hay chicos y chicas que se miran,
con los ojos rojos por el cloro.
al fondo de un azul predominante.
Hay colonias, antiparras (no Neruda),
y pequeños actos de nudismo.
Hay
Accidentes. Ahogos. Asesinatos.
Hay administrativos, cuotas y gente poco deportiva: chicas de oficina, músicos de folk y estudiantes de filosofía.
Hay Meolans,
y pequeños cultivos de peces exóticos
en ecosistemas coloridos.
Hay profesores y músculos,
agua, cloro y redes para pescar.
También desagües
y confundidos que piensan en la palabra hidromasaje.
Hay ojotas y bordes resbaladizos
que dan
SOS.
Hay vapor, empaños, ojos llorosos y
ventanas que no dejan ver la calle también,
venecitas
y olas si la puerta está abierta.
Hay sensaciones playeras, bermudas y viejas barbudas del agua,
recuerdos de hoteles con pileta
y otros que se avergüenzan por los veranos en pelopincho.
Aunque también,
los que enorgullecidos realzan su tanque de agua.
Hay charlas de sensación térmica y clima: meteorología,
aguas minerales en botellas y
reflejos como espejos o desespejos.
Pero sobre todo, en la psicina…
hay nada.
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